Hoy, 20N, en una concentación de unos 200 apologetas del franquismo, el activista Lagarder ha sido arrojado al suelo y literalmente lo han cosido a patadas. La policía tuvo que intervenir y se llevó a Lagarder muy lejos del lugar en donde estos 200 apologetas de Franco y del fascismo estaban rindiendo honores a dos personajes nefastos para la historia de España (Franco y J.A. Primo de Rivera). Lagarder portaba una pancarta donde, en honor a la verdad, se tachaba a Franco de asesino.
La concentración, fue convocada por Fuerza Nueva, Movimiento Católico Español, Falange y Democracia Nacional, y se celebra cada 20 de noviembre en Madrid para "honrar" a Franco y a José Antonio Primo de Rivera, del que se cumplen 80 años de su muerte. No sabemos si los neonazis han sido identificados, es lo normal cuando ocurre una agresión de tales características, es más, la policía podría intervenir de oficio. Hasta ahora lo que sabemos es que esta agresión ha quedado impune.
Hagamos un ejercicio de la más elemental coherencia: supongamos que Lagarder fuese un activista contra los crímenes de ETA, y que la manifestación la organizara la izquierda Abertzale: ¿la policía habría actuado de la misma manera? ¿Qué estarían diciendo en
La Razón,
La Gaceta o
El País? Yo tengo la osadía de afirmarlo:
"Los batasunos amigos abertzales de Podemos agreden a un activista anti-ETA". Muy posiblemente los agresores hubieran sido detenidos o al menos identificados y tendrían que testificar ante el juez de turno. No ha sido así, en este caso la impunidad con la que el Régimen del 78 trata al franquismo ha quedado plenamente demostrada ante esta agresión neofranquista.
Habrá quien piense que no es lo mismo la ETA que el franquismo, y tiene absolutamente toda la razón. ETA, produciendome el asco que me produce, asesinó infinitamente menos que el franquismo.
