El escrito en si es una sarta tan grande de estupideces que ni sé por donde empezar. Pero lo normal es empezar por el principo:
No les quiero marear con datos, pero lo voy a hacer. La Comisión de la Verdad que perpetran Sánchez y sus corifeos va a utilizar la exhumación de los restos de Franco para una gran revancha: homenajear a todos los mártires “republicanos” de la preguerra, la Guerra incivil, y la posterior represión aherrojando, vapuleando la memoria de los muertos “nacionales” porque éstos, enfatizan, ya tuvieron reconocimiento durante la oprobiosa. Ninguno de los secuaces con mayoría aplastante de los prosoviéticos de Podemos tendrá la menor caridad con estos latosos difuntos. Ya lo verán.Los muertos en el bando faccioso, le guste o no a la reacción que muy bien representa el sr. Dávila, ya tuvo un inmenso reconocimiento por parte del Estado. La Transición se hizo sin romper con la dictadura franquista, de ley a ley se decía -lamentable pero cierto-; por lo tanto, el Estado no puede ni debe hacer homenajes a los ya homenajeados durante cuarenta años.
La deuda está con las víctimas gubernamentales. Esto técnicamente es así. Lamentablemente el actual estado pocos homenajes están ofreciendo a la víctimas republicanas. Esos homenajes en su gran inmensa mayoría tienen carácter privado. Son los movimientos de la sociedad civil memorialista quienes se están encargando de rescatar la memoria republicana. Esto lamentablemente también es así, aunque lo ignore el sr. Dávila y toda la reacción voxista, pepera y ciudadanita.
Llama la atención que el periodista de Ok Diario siga anclado en el lenguaje del pasado al llamar prosoviéticos a Podemos. ¿Donde está ese prosovietismo? ¿En su feminismo?, ¿en querer subir el SMI a 900 euros? ¿o en aumentar la baja de paternidad? Es muy posible que sean prosoviéticos por querer limitar los precios de los alquileres.
Escribe Dávila.
Según las estimaciones más objetivas realizadas por técnicos e historiadores afines a uno o a otro bando, el número total de víctimas de aquella confrontación fue de 233.635 —nada de un millón como escribió Gironella—, 119.960 pertenecientes al bando “nacional”, 95.500 al “republicano”.¿Quiénes son esos historiadores afines a uno u otro bando ? ¿De qué estudio saca esas cifras tan exactas? Según un libro editado por Francisco Espinosa. Las víctimas de la represión franquista rondarían las 150.000 personas y las represión republicana 50.000. Se calcula que la Guerra Civil produjo 500.000 óbitos: 300.000 habrían sido en los frentes y 200.000 asesinadas friamente. Las cifras que nos ofrece Carlos Dávila son pues un misterio.
Más tonterías:
Cifras que admiten, con matices numéricos nada escandalosos, desde Payne hasta Preston. Los 120.000 españoles calificados genéricamente de franquistas ¿serán miserablemente marginados, olvidados, también injuriados? Rotundamente, sí: la venidera Comisión de la Verdad y la Asociación de la Memoria, que actúa de muleta de Sánchez y sus barreneros y que ha sido sustanciosamente engrasada durante la gobernación ominosa de Zapatero, no querrán saber nada por ejemplo de los 6.866 obispos, curas, seminaristas, religiosos y religiosas, asesinados por el fanatismo anticatólico de los llamados —a sí mismos recuérdese el dato— “rojos”. La relación está minuciosamente configurada en una cuidada alacena del Santuario de la Gran Promesa de Valladolid gracias a un trabajo de chinos que en su momento realizó el arzobispo García y García. Son álbumes detallados por provincias —faltan cuatro de ellas— como también lo está la lista completa, ¡figúrense!, de los 159 periodistas ejecutados por su hipotética militancia confesional y de derecha. Veinte colegas más murieron en combate. Clérigos y periodistas ¿serán también levantados de sus tumbas como el general?Nadie afin a la memoria histórica margina a ninguna víctima, solo que los memorialistas se encargan de desentrañar los entresijos ocultos de la represión franquista. Recuérdese que para estudiar la represión fascista no se cuenta con una Causa General. Esta derecha parece pretender que los familiares de la víctimas de la represión facha tengan la obligación perentoria de a la vez de poner placas conmemorativas y buscar a sus seres queridos, dedicarles homenajes a los curas asesinados por los "rojos". De verdad llega a ser patética tantan estulticia.
Rizando el rizo:
Más datos: la fosa común de Paracuellos, que naturalmente no será reconocida por la investigación sectaria de Sánchez, encierra los cuerpos de, por menos, 4.000 personas, aunque algún estudio eleva esa cifra, muy discutible desde luego, hasta las 8.000. En Guernica, sobre cuyo bombardeo se ha edificado todo un mito del terror franquista, fueron asesinados en las fechas anteriores a la intervención aérea los sacerdotes Pedro Ondorica Zugazaga y Andrés Asla y otros 15 vecinos adscritos a una asociación católica. La mayoría de sus cadáveres permanecen en destino desconocido. ¿Se les buscará ahora o son sencillamente facciosos bien muertos? En todo caso, ellos ni han merecido, ni van a merecer una sola mención en forma de obligado recuerdo.¿Qué investigación sectaria tenía preparada Sánchez? En las fosa común de Paracuellos del Jarama hay enterrados muchos cuerpos procedentes de otros lugares. En la matanza de Paracuellos según Ian Gibson fueron asesinadas 2.400 personas, cifra que reconoce el idolatrado Payne. Todavía no se ha entrerado Dávila -y todos los reaccionarios como él, que son los familiares y no el Estado -salvo raras excepcionescaso del PRMHEx- quienes buscan los restos de las víctimas de la represión franquista. Nosotros nos preguntamos que porqué los "15 vecinos adscritos a una asociación católica" y que "La mayoría de sus cadáveres permanecen en destino desconocido" no son buscados por sus deudores. ¿Nos lo podría explicar alguien de la derecha? ¿o es que pretenden que los de la ARMH se ponga manos a la obra?
Para la derecha, cavernícola o no, sacar a Franco de Cuelgamuros es una revancha; retirarle honores a los dictadores y sus compinches es una venganza; que las asociaciones de memoria histórica busquen los huesos de sus familiares y se olviden de los "otros huesos" es de revanchistas sectarios. No comprenden, o no quiere comprender, oles importa una higa, que en la guerras hay malos -los golpistas- y buenos -el Gobierno republicano-. Siendo ciertas las atrocidades contra la derecha, son iguales de ciertas las atrocidades franquistas, pero unas venían con órdenes de arriba y otras se produjeron muy a pesar del Gobierno de la II República. Y no es cierto como dice Julius Ruiz que el Gobierno mirara para otro lado.
Los Aliados también cometieron atrocidades en la IIGM. Veanse las dos bombas atómicas -armas de destrucción masiva como las que los americanos fueron a buscarle a Saddam Hussein- o la masacre del bosque de Katyn, pero no por eso la derecha europea está pidiendo reabilitar la memoria de los nazis alemanes o de los fascistas italianos.
Es increíble, 11 años han pasado ya de la Ley de la Memoria Histórica, y cada vez que se hacen movimientos de cualquier índole en torno a ella, como sacar al dictador de Cuelgamuros, sale la derecha vociferando: ¡Paracuellos! ¡Curas muertos! Qué sí pesados. Un estudio reciente, de Carlos Hernández, ha desvelado que los franquistas crearon 300 campos de concentración. No pasa un mes sin que se edite un libro sobre la multirepresión franquista y estos lerdos nos saltan siempre con la misma historia. La Causa General ya no les da más de sí. A la derecha española le queda todavía mucho recorrido para ser totalmente demócratas.