CARRASCAL Y AGUILÉ |
Me acuerdo de José Mª Carrascal tan solo por aquellas corbatas tan horteras que lucía en televisión. Presentaba un diario en Antena 3 y ese canal nunca me ha inspirado confianza, lo cierto es que la tele en sí no me hace sentirme cómodo desde hace ya algunos años. Últimamente estoy viendo más tv. de la cuenta por causa de la COVID-19. Sobre todo sigo a Ferreras, personaje bastante desagradable (que va de plural), porque en su programa Al Rojo Vivo entrevista diariamente a muchos científicos expertos en virología. La palabra Carrascal me trae a la memoria al mítico Luis Aguilé, aunque vienen de dos mundos distintos, tenían una pasión en común: las corbatas horteras.
Luis Aguilé (que en paz descanse), me era un señor entrañable. No era fan de su música, ni de lejos, pero eso no tiene nada que ver para que el personaje me fuera simpático (la música de Camilo Sesto nunca me ha atraído, pero tengo que reconocer que ha sido de los grandes cantantes españoles). No puedo decir lo mismo de Carrascal (ni para bien ni para mal), ya que apenas lo he seguido.
Este hombre nació un año antes del advenimiento de la II República. En 1958 empezó a trabajar en los diarios Pueblo y Diario de Barcelona de la férrea y criminal dictadura franquista. En 1969 ejercía de corresponsal en Nueva York para el diario golpista ABC y para la Radio Televisión Española de Franco. Ha escrito para la Razón y actualmente tiene una columna en el ABC. Se puede decir que su carrera ha sido coherente, no como el periodista veleta Hermann Tertsch, que en su juventud perteneció al Partido Comunista y que estuvo ligado a El País desde 1985 hasta 2007, llegando a ser subdirector del diario y responsable de la sección de opinión. En la actualidad ejerce de facha en Vox siendo eurodiputado.
Como digo, la carrera de Carrascal es más rectilínea, toda la vida ha sido, o ha estado orientada hacia el mismo espectro político. Carrascal debió de ser uno de esos que se acostaron franquistas y al día siguiente de que muriera Franco se convirtieron en demócratas de toda la vida. No me he dado cuenta de lo reaccionario que era hasta que de casualidad he caído en la columna que tiene en el ABC:
En medio de esta auténtica ciénaga, una flor. Una verdad, Se le escapó al ministro de Justicia, Juan José Campos (sic): «España se halla en una crisis constituyente», palabras mayores, sobre todo en labios un ministro, y encima juez, al admitir lo que muchos sospechamos: que este Gobierno está envuelto en un proceso similar al de la Transición para cambiar el régimen desde dentro. Un golpe de Estado «blando», «de la ley a la ley» -según su diseñador, Torcuato Fernández Miranda-, pero en sentido opuesto al de entonces. El «consenso» unió a las distintas fuerzas políticas para convertir un Estado autoritario en una democracia.
Es cierto que Juan Carlos Campos, el ministro de Justicia, ha hablado de "crisis constituyente", pero no de que el Gobierno esté procesando un golpe de Estado blando, más bien al revés, Según se desprende de la lectura de un artículo de su propio periódico, Carmen Calvo pareció insinuar que el golpe de Estado era cosa del PP :
En el Congreso de los Diputados se ha convertido ya en algo habitual que los populistas ataquen el sistema actual de distintas maneras y pongan en cuestión su legitimidad constitucional. Lo que no es nada frecuente es que todo un ministro de Justicia asegure en el Pleno que España vive una crisis «constituyente»...
En la sesión de control del Congreso, uno de los encontronazos más sonados fue una vez más el de la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. La diputada «popular» acusó a su oponente de insinuar que el PP apoya un golpe de Estado»...
Un golpe de Estado es...
Hay dos supuestos: echar a la calle al Gobierno por la fuerza, o desmantelar las instituciones constitucionales como disolver el Parlamento fuera de la ley. Pedro Sánchez podría ser el autor de ese golpe de Estado en el segundo supuesto. La primera acepción no se cumple, porque Sánchez ya ostenta el poder político, y la segunda tampoco porque el presidente del Ejecutivo no ha disuelto el Parlamento, ni siquiera se lo ha planteado, ni hay algún principio que lo delate. Ni golpe blando, ni golpe duro, ni pollas en vinagre.
El pasado golpista tiene tan traumatizada a la derecha, que parecen que están deseando que la izquierda actúe como lo hizo Franco. Saben que esto es imposible, por eso hablan de "golpe blando",que es lo que está haciendo la derecha en Latinoamérica. Un reciente artículo del New York Times se ha hecho eco de otro estudio donde confirman que el fraude en Bolivia no lo cometió Evo Morales, sino la OEA con su informe sesgado...👈
Yo no creo que Carrascal esté chocheando, a pesar de lo que diga el título de este artículo, sino más bien que el periodista es fiel a su pensamiento sectario. Y esto se ve cuando ha llamado al régimen de Franco como "Estado autoritario". No les gusta la palabra dictadura. ¿Cómo iba haber colaborado él con la satrapía de Franco?
El historiador Luis Suárez pretendió blanquear el régimen de Franco, aunque con poco éxito, y a esto se agarra la derecha reaccionaria y los fascistas. Un régimen autoritario es la Rusia de Putin, o los EE.UU de Donald Trump. La España de Franco fue una dictadura.