El Gamonal, cuando la protesta no cae en saco roto.

Manifestación en Burgos

Una de las pocas veces que la protesta callejera ha surtido efecto la hemos visto en el barrio burgalés el Gamonal. La derecha está en alerta. Ha desempolvado el hacha de guerra, en fin, jamás la guardó y menos desde que los suyos están en el Gobierno.

¿Qué ha pasado en el Gamonal? ¿Una minoría violenta ha vencido sobre la mayoría silenciosa? Esa es la conclusión que la derecha anti-protesta pone en el tablero de juego. Para la derecha, la democracia ha perdido esta partida y la violencia anti-democrática se ha llevado el gato al agua.

David Gustau desde el incombustible, monárquico y pesebrero --o PPbrero--  ABC, carga sus tintas contra esa  "izquierda de bulevar[que] no busca la playa debajo de los adoquines, porque no se aviene ni a que se los pongan". Una joyita son los plumíferos a sueldo de la reacción. Son únicos en buscar nuevas "denominaciones de origen". Para Gustau el Gamonal ha supuesto "la fotogenia de la violencia, siempre que esta escoja la coartada adecuada. Y la necedad, leída a alguien en alguna parte, de que las detenciones matan al lechero de Churchill. Como si la democracia debiera equivaler a una ausencia de ley y de autoridad". ¡Alto ahí! ¡Quieto "parao"! No es tan sencillo..., ni tan obvio. Siempre en la retina de la reacción anti-revolucionaria quedan las llamas de los incontrolados, de los anti-todo, de los que rompen la revolución pacífica --y los cristales de las sucursales bancarias--, de la revolución que razona y no se calla ante el autoritarismo  de esta democracia que reivindica la derecha.

Tensión entre bomberos y policía

Está claro para todo el mundo, que la democracia no debe de "equivaler a una ausencia de ley y de autoridad", empero esa ley no debe de ser autoritaria. Tanto es así que ese autoritarismo impuesto por el imperio de la ley --gorilas anti-disturbios--, ha provocado fricciones entre anti-disturbios --a veces parecen pro-disturbios-- y bomberos. Siempre se lleva la peor parte el más débil, en este caso el detenido ha sido el bombero. ¿Será el cuerpo de bomberos burgalés un cuerpo de "perroflautas" incontrolados?

La historia como siempre es más sencilla y menos compleja. Cientos de vecinos, con el suficiente arrojo para hacer visible su enfado por decisiones tomadas por un cabildo endeudado hasta las cejas--el Ayuntamiento acumula una deuda de 450 millones de euros--, han protestado y han reivindicado que la democracia no solo es cada cuatro años. No quieren aparcamientos a 20.000 euros la tirada ni 600 aparcamientos disuasorios en la calle Victoria que no solucionan el problema, y que no van a suplir a los aparcamientos que se pierdan con la remodelación del barrio.

La escusa es perfecta: El PP llevaba el proyecto de la remodelación del barrio lo mismo que el PSOE en su programa electoral. Ahí está; programa, programa. Como si el programa les importara un carajo a este PP especialista en incumplir programas electorales. debiera de darles vergüenza solamente usar la palabra "programa".

Por otra parte, el PSOE ha asegurado que su programa era favorable a una mejora en la zona, pero que han estado en contra de este proyecto desde que se presentó a concurso público en 2011. Un proceso de adjudicación que denunciaron por la vía judicial al considerar que incumplía las condiciones del pliego y “de forma particular el anonimato de las propuestas”.