El Ayuntamiento de Palma de Mallorca gobernado por el alcalde socialista, José Hila, en cumplimiento con la ley memorialista, 57/2007, ha retirado del nomenclator de Palma varias calles franquistas. Esta retirada ha creado polémica porque entre las calles, se encuentran nombres como, Almirante Gravina, Almirante Cervera, Almirante Churruca, Toledo y Castillo de Olite. Alegando al buen juicio, nadie podría retirar esas calles por ser referentes del franquismo. Los almirantes Gravina y Churruca, marinos de los siglos XVIII y XIX, que combatieron en Trafalgar y murieron de las heridas recibidas en la batalla. El almirante Cervera, fue derrotado por la flota estadounidense en la guerra de Cuba en 1898 y hecho prisionero. También podemos preguntarnos si Toledo o el castillo de Olite tienen algo que ver con Franco. A todas luces no. Pero..., si es cierto que esas calles se concedieron durante el franquismo.
El alcalde de Palma aducía que las calles a los tres militares de los siglos XVIII y XIX "se pusieron en honor a tres navíos franquistas"; pero, como según ha matizado el historiador Daniel Aquillué, en las actas municipales se citaba a los almirantes, y no los buques como aseguraba el alcalde, como "gloriosos caídos por Dios y por España en el campo del honor". Esta cita de "caídos por Dios y por España", que incluyeron los gobernantes franquistas en las actas municipales al conceder tales calles a los marinos de epopeyas psadas, puede haber inducido a un error o a una torticera interpretación de la ley 52/2007, ya que estos militares murieron por Dios y por la España de 1805. Según reporta El País, "estos tres nombres de calles se aprobaron, en mayo de 1942", en pleno franquismo cuando la represión era más terrible; pero "el Churruca y el Gravina batallaron en el lado republicano". Esto no es sectarismo, podría ser -que no lo es- una chapuza, que luego la derecha aprovechará convientemente con la ayuda de la justicia filofranquista. Mi opinión es que no es ninguna chapuza como argumentarñe más adelante.
La calle Toledo se puso en honor a la batalla en el Alcazar de Toledo y la calle Castillo de Olite en honor al buque mercante republicano que fue capturado por la armada franquista y rebautizado como Castillo de Olite en 1938. El alcalde socialista con la calle Toledo hará una excepción y parece ser que renombrará otra calle con el citado nombre toledano.
Los fascistas de Vox no han tardado en recurrir a la justicia estos cambios de nombres entre los que se encuentran Juan March, uno de los principales financiadores de Franco y toda su banda de delincuentes. Según Europa Press:
Vox considera que la resolución del Ayuntamiento puede ser "nula", calificando de "erróneo" el informe en el que se basa el cambio de nombres. Por ejemplo, sobre las calles Gravina y Churruca, señala que el informe atribuye el nombre a un recuerdo de los buques de la Armada Franquista. Según ha indicado Vox, estos buques "permanecieron fieles a la II República en julio de 1936 combatiendo contra las tropas franquistas, y de hecho uno de ellos intervino en el hundimiento del tristemente famoso crucero Baleares".
No hay ninguna duda de que la ¿Justicia? tumbará los cambios que ha propuesto el Ayuntamiento de Palma de Mallorca tal y como ha ocurrido recientemente en Oviedo, donde 17 calles franquistas que fueron retiradas para cumplir con la ley 52/2007, seran repuestas con sus antiguos nombres. Y así Federico García Lorca volverá a llamarse calle Calvo Sotelo, Concepción Arenal se restituirá por Celestino Mendizábal y Trece Rosas se convertirá en Coronel Aranda (militar franquista). La calle Charles Darwin será otra vez Alférez Provisional y Gloria Fuertes será Comandante Vallespín. Maestras de la República volverá a ser Celestino Mendizábal, Concepción Arenal será Comandante Caballero y Flora Tristán volverá a ser Mariano Flórez.
Oviedo recupera las calles franquistas: un alférez provisional remplaza a Darwin, un comandante a Concepción Arenal, otro a Gloria Fuertes, Calvo Sotelo a García Lorca y la "Liberación" de la ciudad a sangre y fuego por los franquistas a la Libertad. Todo un modelo cultural... pic.twitter.com/XY8mzBni7F
— Miguel Martorell (@MarcToreille) March 21, 2021
Trece años, para catorce, hace que se aprobó la Ley 52/2007 y todavía nos encontramos con númerosos obstaculos para librarnos de los vestigios franquistas. Fue el El PP de Oviedo -ese PP que quiere condenar ahora los crímenes del comunismo y olvidarse de los crímenes de sus abuelitos- junto con la franquista Hermandad de Defensores de Oviedo y un particular, quien recurrió ese cambio en el callejero ovetense. Y ahora es Vox quien va a recurrir en el mismo sentido que sus primos hermanos peperos el cambio en Palma de Mallorca.
Las calles que quieren retirar de Palma fueron otorgadas por un gobierno ilegítimo surgido por un golpe de Estado fascista que desembocó en una Guerra Civil; por tanto, aunque algunas de esas calles no tengan nada que ver con el ideario franquista, e incluirlas para su eliminación a los biempensantes les pueda parecer un gesto torticero, no debería de haber ningún problema por el cual un Gobierno legítimo y democrático elegido tras sufragio universal, pudiera renombrar cualquier calle, dando igual el nombre, que los franquistas otorgaron durante sus diferentes gobiernos. Todos los actos y las leyes del franquismo además de ilegítimas debieran de ser ilegales. Esto no sucede porque, aunque mucha gente no lo quiera ver, todavía hay mucho franquismo sociológico en España, y lo que es peor, ese franquismo llega a todas las instituciones del Estado, siendo especialmente grave en la judicatura.