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El príncipe jurando los principios del Movimiento |
El destronado rey pudo continuar con un alto tren de vida gracias a su fortuna personal estimada en más de 140.000 millones de euros, gran parte de esta fortuna se mantuvo a buen recaudo, y Alfonso XIII pudo seguir realizando sus lujosas cacerías -afición que su nieto heredó gentilmente [qué se lo pregunten a los elefantes de Botswana]). No contento con la hospitalidad y la democracia francesa decidió continuar su lujoso exilio en la Italia dictatorial y fascista de Mussolini. Según José María Zavala, Alfonso XIII afirmó ser un «falangista de primera hora».
Alfonso XIII abrazó fervorosamente la causa franquista: "En estos instantes importa, más que nunca, que todos los españoles se agrupen alrededor del caudillo Franco, que ha conseguido la victoria. Yo obedeceré las órdenes del general Franco, que ha reconquistado la Patria, y, por tanto, me considero un soldado más a su servicio. (...) Mi porvenir y el de todos los españoles está ahora en las manos del general Franco". (Le Journal-Écho de Paris 1939). Su heredero Juan de Borbón -padre de Juan Carlos I, quiso combatir al lado del fascismo español y en contra del Gobierno de la República. Según el historiador pro-franquista Pedro Fernández Barbadillo:"Juan de Borbón trató de unirse en dos ocasiones a las fuerzas militares del bando nacional; en la primera vez, agosto de 1936, fue expulsado de España por orden de Mola; en la segunda, diciembre de 1936, escribió a Francisco Franco, ya elegido jefe del Estado y Generalísimo, para pedirle que le dejara prestar servicio en el crucero Baleares". Obsevamos la simpatía borbónica por el fascismo español e italiano: según cuenta también Barbadillo, Alfonso XIII medió ante Mussolini para que mandase material bélico a Burgos.
Todo este filofascismo borbónico no conmovió a Francisco Franco, ya que, el dictador ignoró a la monarquía y se perpetuó como caudillo de España por la gracia de Dios. No fue hasta la muerte de Franco cuando la monarquía volvió a su trono ilegítimo, ningún dictador goza de legitimidad para nombrar a su sucesor. La jugada maestra del nuevo rey nombrado por el caudillo/generalísimo, fue devolvernos la democracia (otra cosa no podía hacer si quería reinar). Todavía más inteligente fue (y aquí ya intervinieron los políticos de la Transición) que al votar si queríamos Constitución o no, estábamos votando a la vez la continuidad de la monarquía. Gracias a estas dos circunstancias nos venden la Corona como legítima: los españoles elegimos libremente a nuestro monarca; realmente votamos sí a la Constitución, la Corona venía impuesta dentro de esa Constitución; un truco que ha dado un resultado estupendo. Todavía hoy se dice que votamos sí a la monarquía.
Juan de Borbón durante la dictadura era partidario de democratizar España; ya que la jugada de adherirse la fascismo español no salió bien para restaurar la monarquía, sabía que el mejor camino era la oposición anti-franquista. Este detalle lo sabía Franco, que tachaba de liberal a don Juan, por eso, la jugada fue educar a su hijo dentro de los principios del Movimiento -dentro del fascismo-. El lavado de cerebro del joven Juan Carlos no dio el resultado esperado. Si Franco hubiese querido que tras su muerte España se convirtiera en un Estado de derecho monárquico, tan solo hubiese tenido que respetar la linea de sucesión al Trono de España y dejar paso a Juan de Borbón. Mal empezábamos. El Rey fue impuesto por un dictador que se saltaba todas las leyes posibles. Franco dejó todo atado y bien atado, era imposible seguir siendo un país nacionalcatólico, pero si era posible que los tropelías, ilegalidades y los enriquecimientos ilícitos producidos durante la dictadura quedaran impunes. Las élites podían dormir tranquilos
Otra semi-mentirijilla es que España no es monárquica sino felipista y/o juancarlistas, es decir, queremos a la persona no a la Institución que representa. La corona se hereda genéticamente sin necesidad de referendos: por esa regla de tres si no somos monárquicos, Felipe VI, debería de haber sido legitimado por las urnas (supuestamente) igual que su padre. No se puede estar en misa y replicando: o defendemos la monarquía -que se hereda por la gracia de Dios- o defendemos la democracia en TODOS SUS ASPECTOS. Y uno de esos aspectos es votar a TODOS nuestros representantes.