Como todos sabemos en Dallas una sanitaria también se ha contagiado de ébola. El doctor Thomas Frieden ha informado que este nuevo contagio puede ser debido a que produjo por "una brecha en los protocolos". No le han echado la culpa a la enfermera por "tocarse la cara", como lo han hecho en "telecospedal". Y es que en otros países son más serios con este tipo de casos.
Otro de los debates que se ha mantenido con cierta vehemencia ha sido la necesidad de sacrificar a la mascota de Teresa. Se ha criticado a los animalistas por mantener esa posición tan intransigente al manifestarse en contra del sacrificio del animal. Algunos medios titulaban:'Nuestro problema es un perro. En África, 3.800 muertos'. Más adelante se preguntaban, que porque antes de llegar a esta situación de paranoia colectiva no se ayudó a los africanos a combatir el ébola. Sencillamente, porque estamos gobernados por estúpidos neoliberales que no ven más allá de su cuenta bancaria. Sin embargo, nuestro problema no debiera haber sido la mascota de Teresa. Siempre desde otro país nos dan ejemplo. Casualmente la enfermera contagiada en Dallas también tiene otra mascota. Según 20minutos.es:
Las autoridades han confirmado que la sanitario del hospital de Dallas que ha dado positivo en la primera prueba de ébola, tenía una mascota en su apartamento, la cual está siendo monitoreada. Aún no se han revelado más datos sobre de que animal se trata. El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, ha comunicado que la mascota se encuentra aislada, y que por el momento no presenta signos de ébola. Rawlings ha afirmado que las autoridades se "encargarán de cuidar de su mascota", según publican medios como The Guardian o CBS. Un equipo especial de la policía se ha trasladado al complejo de apartamentos donde vive la trabajadora sanitaria para desinfectar y limpiar las zonas comunes Esta semana en España, Excalibur, el perro de Teresa Romero, la primera infectada de ébola en Europa, fue sacrificado pese a la oposición de miles de personas que pedían su aislamiento para ver si estaba infectado. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid afirmó que "desgraciadamente no quedó más remedio que la resolución de la eutanasia del perro". Antes y tras la muerte de Excalibur, las protestas en las calles y en las redes por esta decisión se multiplicaron.Aquí en España somos más expeditivos: "muerto el perro se acabó la rabia". Parece ser que para los españoles de a pie la vida de un animal vale muy poco, solo así se entiende ciertos espectáculos sangrientos protagonizados por animales. Cuando digo animales me estoy refiriendo a los que les ponen fuego a los cuernos de los toros, a los lanceros que se creen héroes por cumplir con una tradición medieval, y a los que se creen artistas por llevar un capote.