El PSOE en las últimas elecciones perdió alrededor de 4.000.000 de votos, fue el peor resultado desde el 78, es decir, el peor resultado en 35 años después del franquismo. ¿Motivos?, aquí no podemos echarle la culpa a la nueva formación que muchos odian y a su supuesto "populismo", sencillamente no existía Podemos. La culpa pudo ser la crisis, los recortes, y el alineamiento con el PP para hacer un cambio constitucional. Esa connivencia con el Partido Popular fue lo que le dio la puntilla al centenario PSOE.
Con Rubalcaba el PSOE siguió cayendo, más lentamente, pero la sangría de votantes continuaba. De nuevo volvió a aparecer la connivencia con el PP: apoyar al nuevo rey y no pedir un referéndum. Esa caída libre del PSOE y la irrupción de Podemos atacando por la izquierda, provocó la dimisión de Rubalcaba y la entrada en escena de Pedro Sánchez, después de unas primarias inéditas. Con el nuevo Secretario General, el PSOE repunta unas décimas en la intención de voto pero tiene muy pegado a Podemos. El PSOE no despega a pesar de que el PP también se está hundiendo.
El delito del PSOE es claro: se alejó de la izquierda de forma flagrante. Las nuevas acciones de Pedro Sánchez pasan por reconciliarse con esa izquierda que lo abandonó. Podríamos pensar que ahora el PSOE está virando hacia el populismo. Populismo: palabra reciclada para atacar cualquier iniciativa izquierdista.
Sánchez quiere desandar el camino recorrido de la mano del PP, para eso mandó votar en contra de Junker en el parlamento europeo, en un principio iban a votar otra vez en connivencia con los populares. El último paso ha sido proponer cargarse el artículo 135 de la Constitución, que junto al PP, el PSOE reformó.
Ese cambió constitucional demostró dos cosas: 1, que en materia económica el PSOE tenía los mismos sentimientos que sus directos competidores; y dos, que la Constitución no es un legajo inamovible.
¿Era necesario cambiar la Constitución para priorizar el techo de gasto y el pago de la deuda? Obviamente no. ¿Se cumple la Constitución en lo más esencial? Tenemos que responder negativamente. Según la Constitución todos los españoles tenemos derecho a un trabajo y a una vivienda digna. Y si no cumplimos los derechos constitucionales porque el derecho a la propiedad privada prevalece sobre el interés del bienestar de la ciudadanía, porqué hemos de pensar que el Tribunal constitucional no iba a priorizar el pago de la deuda.
Ese cambio promovido por Zapatero y refrendado por Rajoy, era un guiño a sus jefes europeos, un sí bwana: fijaros lo que estamos haciendo, somos dóciles y sumisos. Cambiar el artículo de nuevo no significaría impagar la deuda. Deuda que nadie quiere dejar de pagar, ni Podemos. Este jueves saldrá a la luz el nuevo programa económico de Podemos, todo apunta a sugerir una reestructuración de la deuda. O nos permiten pagar la deuda como buenamente podamos o estaremos toda la vida siendo los pobretones de Europa.
Este giro de Pedro Sánchez, es un guiño a la izquierda, el problema llega porque tienen delante a Podemos. Tarde y mal quieren recuperar el espacio perdido por la izquierda. Tarde porque les ha salido un duro competidor, y mal porque nadie se cree ese cambio del PSOE.
Es paradójico, pero ahora cualquier cambio hacia la izquierda de Pedro Sánchez será visto como populismo, pecado imperdonable de Pablo Iglesias. En fin, defender a los ciudadanos de los abusos del sistema económico ahora se llama populismo, Entonces, un servidor es populista.
En resumen, Zapatero metió la pata hasta el corvejón y ahora le vendría bien al PSOE que el nuevo Secretario General arreglara los entuertos de ZP, Parece ser que ahora, según cierta izquierda socialista, Zapatero lo hizo todo mal menos la reforma de la Constitución (qué casualidad). Esa izquierda socialista sigue pensando igual que el PP. El PSOE, o pone distancias con el PP, o seguirá chupándole las suelas a sus competidores.
Una prueba de que Sánchez va por el buen camino, aunque aun le falta mucho, es que Rajoy a declarado que: "El que está peor ahora es el PSOE, que estaba mucho mejor con Rubalcaba". Es una verdad a medias, el PSOE estaba mejor con Rubalcaba; sí, pero para el PP. Con Rubalcaba el PSOE iba como el culo.
Con Rubalcaba el PSOE siguió cayendo, más lentamente, pero la sangría de votantes continuaba. De nuevo volvió a aparecer la connivencia con el PP: apoyar al nuevo rey y no pedir un referéndum. Esa caída libre del PSOE y la irrupción de Podemos atacando por la izquierda, provocó la dimisión de Rubalcaba y la entrada en escena de Pedro Sánchez, después de unas primarias inéditas. Con el nuevo Secretario General, el PSOE repunta unas décimas en la intención de voto pero tiene muy pegado a Podemos. El PSOE no despega a pesar de que el PP también se está hundiendo.
El delito del PSOE es claro: se alejó de la izquierda de forma flagrante. Las nuevas acciones de Pedro Sánchez pasan por reconciliarse con esa izquierda que lo abandonó. Podríamos pensar que ahora el PSOE está virando hacia el populismo. Populismo: palabra reciclada para atacar cualquier iniciativa izquierdista.
Sánchez quiere desandar el camino recorrido de la mano del PP, para eso mandó votar en contra de Junker en el parlamento europeo, en un principio iban a votar otra vez en connivencia con los populares. El último paso ha sido proponer cargarse el artículo 135 de la Constitución, que junto al PP, el PSOE reformó.
Ese cambió constitucional demostró dos cosas: 1, que en materia económica el PSOE tenía los mismos sentimientos que sus directos competidores; y dos, que la Constitución no es un legajo inamovible.
¿Era necesario cambiar la Constitución para priorizar el techo de gasto y el pago de la deuda? Obviamente no. ¿Se cumple la Constitución en lo más esencial? Tenemos que responder negativamente. Según la Constitución todos los españoles tenemos derecho a un trabajo y a una vivienda digna. Y si no cumplimos los derechos constitucionales porque el derecho a la propiedad privada prevalece sobre el interés del bienestar de la ciudadanía, porqué hemos de pensar que el Tribunal constitucional no iba a priorizar el pago de la deuda.
Ese cambio promovido por Zapatero y refrendado por Rajoy, era un guiño a sus jefes europeos, un sí bwana: fijaros lo que estamos haciendo, somos dóciles y sumisos. Cambiar el artículo de nuevo no significaría impagar la deuda. Deuda que nadie quiere dejar de pagar, ni Podemos. Este jueves saldrá a la luz el nuevo programa económico de Podemos, todo apunta a sugerir una reestructuración de la deuda. O nos permiten pagar la deuda como buenamente podamos o estaremos toda la vida siendo los pobretones de Europa.
Este giro de Pedro Sánchez, es un guiño a la izquierda, el problema llega porque tienen delante a Podemos. Tarde y mal quieren recuperar el espacio perdido por la izquierda. Tarde porque les ha salido un duro competidor, y mal porque nadie se cree ese cambio del PSOE.
Es paradójico, pero ahora cualquier cambio hacia la izquierda de Pedro Sánchez será visto como populismo, pecado imperdonable de Pablo Iglesias. En fin, defender a los ciudadanos de los abusos del sistema económico ahora se llama populismo, Entonces, un servidor es populista.
En resumen, Zapatero metió la pata hasta el corvejón y ahora le vendría bien al PSOE que el nuevo Secretario General arreglara los entuertos de ZP, Parece ser que ahora, según cierta izquierda socialista, Zapatero lo hizo todo mal menos la reforma de la Constitución (qué casualidad). Esa izquierda socialista sigue pensando igual que el PP. El PSOE, o pone distancias con el PP, o seguirá chupándole las suelas a sus competidores.
Una prueba de que Sánchez va por el buen camino, aunque aun le falta mucho, es que Rajoy a declarado que: "El que está peor ahora es el PSOE, que estaba mucho mejor con Rubalcaba". Es una verdad a medias, el PSOE estaba mejor con Rubalcaba; sí, pero para el PP. Con Rubalcaba el PSOE iba como el culo.