José Utrera Molina (ministro de la dictadura franquista y suegro de Gallardón) a sus 89 años aún le queda energía para coger la pluma y dejarnos sus pensamientos en la Red. Para el exministro de Franco la Memoria Histórica es el triunfo del odio. Según Utrera Molina los herederos del comunismo "Quieren borrar de las calles de Madrid cualquier vestigio de su historia reciente. Quieren convertirse en vencedores extemporáneos de una contienda que algunos no supieron perder con honor. Intentar borrar del callejero nada menos que aquella referencia a los más de 5.000 españoles caídos de la División Azul es un monumental disparate merecedor de unánime reprobación. Tratar de arrancar de nuestras calles el recuerdo de aquella juventud limpia y clara, que luchó contra el comunismo, es una pretensión miserable que sólo puede venir de los herederos de quienes quisieron convertir nuestra patria en un satélite más de la URSS. Aquellos jóvenes llenos de idealismo que sin servir apetitos no ilustres marcharon a tierras lejanas para combatir con hidalguía a los enemigos de Europa y por supuesto de España no merecen el olvido ni mucho menos la traición de su patria". Sabemos que el franquismo escribió la historia a su gusto, y el exministro franquista es un claro ejemplo.
A la URSS y por ende a Stalin podremos achacarle muchos males, pero durante la II Guerra Mundial no fue el enemigo de Europa, quien si fue el enemigo de Europa fue Hitler y los divisionarios que juraron fidelidad al Fhürer. ¿Para luchar contra el comunismo?, bien para luchar contra el comunismo, pero ese comunismo nos ayudó a desembarazarnos de Hitler. Ese comunismo estalinista durante la II Guerra Mundial (por mucho que moleste) fue el aliado de Europa, no el enemigo, por lo tanto retirar cualquier honor a la División Azul y a todo lo que haga referencia a ella, no es un acto ni de odio ni de rencor. Es un acto democrático.
Donde sí hay odio y rencor es en los tiros que recibieron las estatuas del artista Francisco Cedenilla. Este autor estrenó en 2009 un conjunto de esculturas en El Torno (Cáceres), dedicado a los olvidados de la Guerra Civil. Unas horas después de la exposición de las esculturas, éstas fueron tiroteadas con un rifle de caza de gran calibre. Los hechos fueron denunciados a la Guardia Civil y del autor/es nada se supo. Francisco Cedenilla no quiso arreglar el conjunto escultórico, tal vez porque así se reflejaba más eficazmente el drama de los fusilamientos y posterior olvido y abandono de las víctimas de la Guerra Civil.
El rey emérito, por aquel entonces príncipe y heredero de Franco, jugando plácidamente con el dictador Francisco Franco. No, no es ningún montaje