Según hemos podido leer en la prensa nacional la seguridad para los turistas estaba muy comprometida por esta razón los expertos de Patrimonio Nacional recomendaron el cierre cautelar del engendro de Cuelgamuros:
El documento de Patrimonio Nacional asegura que "se ha podido verificar el riesgo permanente de desprendimientos de fragmentos de piedra de diverso tamaño, desde pequeñas lajas a bloques considerables". Uno de esos bloques de piedra, de 30 kilos de peso, estuvo a punto de caer sobre un turista el 11 de julio de 2008. Desde entonces, han caído muchos más, hasta el punto de que el recinto ha sido cerrado al público por peligro de lapidación.A pesar de estos informes -que la ultraderecha prefiere ignorar- se fundó la ADVC. como si el PSOE o el PP no defendieran lo bastante el mausoleo fascista. Patrimonio Nacional reconoció un gasto de 27.000 euros -mientras gobernaba ZP- sólo para desmontar La Piedad, escultura que saluda a la entrada del mausoleo fascista del dictador.
Motivos falsos son los que se esgrimen para justificar que el monumento fascista siga tal y como está. Según Pablo Linares el monumento fascista es un símbolo de reconciliación: "El hecho de que estén enterrados muertos de ambos bandos, y probablemente más del republicano, le da ese carácter reconciliador". Lo que tal vez ignore el presidente de la ADVC es que si hay más republicanos enterrados en este vergonzoso mausoleo es por una razón muy sencilla: Los restos de franquistas muertos que eran enterrados en Cuelgamuros lo eran con el consentimiento de la familia. La familia de Calvo Sotelo se negó que este fuera trasladado a Cuelgamuros lo mismo que los enterrados en el cementerio de Paracuellos. A pesar de que había muchos franquistas de acuerdo para que los restos de sus familiares fueran trasladados a la sierra madrileña, no era suficiente, por eso decidieron ir a los cementerios "especiales" (así llamaban los franquistas a las fosas comunes -ilegales- donde estaban enterrados los asesinados por el fascismo) para ROBAR restos de cadáveres republicanos. Necesitaban "huesos" para llenar el mausoleo fascista y no dudaron conseguirlos ilegalmente e ilegitimamente. El Gobierno franquista actuaba como cualquier gobierno ilegítimo. Hacía y deshacía a su antojo, además de no mostrar respeto ninguno por el "bando" vencido. Por esto jamás podemos ver el engendro fascista de Cuelgamuros como un monumento reconciliador. Fue un monumento, tal y como se puede observar, para recordarnos eternamente la victoria del fascismo contra la democracia.
Pablo Linares también nos dijo:
la cifra de 20.000 presos penados que nos suelen dar es completamente falsa, puedo demostrar documentalmente que sólo hubo 787 presos trabajando en el Valle".
Los documentos fascistas nos sirven de poco, en muchos casos. Tenemos testigos que confirman que los verdugos franquistas -según necesidades- iban a las cárceles y se llevaban en camiones a presos para trabajar en el Valle de los Caídos y en otras obras públicas. Estos presos no eran registrados en ningún documento. Lo mismo pasa con los registros del cementerio: no son todos los que están.
La solución al engendro de Cuelgamuros podría ser la que sugieren algunos: con algunos kilos de TNT. bastaría, o bien; Sacar a lo dos caudillos y a todos los restos que fueran solicitados, mandar con viento fresco a todos los clérigos que se creen que ese monumento les pertenece, y cercar con una valla bien grande ese monumento tan horroroso. El tiempo obraría el resto. Esto sí que sería verdadera reconciliación. Sí un monumento impide que haya consenso, es que ese monumento no puede ser considerado reconciliador.