¿Como podemos quitar hierro a la gran matanza de Badajoz? Sencillo, rebuscamos en las hemerotecas internacionales artículos de la prensa afín a los militares rebeldes. Hoy en día estamos en condiciones de afirmar que la prensa que confraternizaba con el golpismo militar era bastante amplia y que gran parte de esa prensa entró en Badajoz tras la primera masacre; los leales cayeron como conejos aparte de en la famosa plaza de toros, por distintos lugares de la urbe pacense: murallas, plazas, el cauce del Rivillas, calles etc. Sabemos que el primer día el número de óbitos fueron considerables por que los propios portugueses cometieron el error de publicarlo en la prensa lusa. Error que no se volvería a cometer. Tras ese desliz vinieron los desmentidos en la radio portuguesa y la misma prensa que había afirmado que el primer día tras la entrada de los "libertadores" los muertos "marxistas" podrían rondar entre los 1.500 o los 2.000 que le dijeron a Neves. Leemos a Preston:
Uno de esos periodistas que usan como punta de lanza para demostrar que en Badajoz los muertos fueron cosa de la guerra es Jay Allen. En efecto, Allen fue un izquierdista pro-republicano que luchó con todas sus fuerzas para que la República no fuera derrotada por los fascistas. Para no extendernos demasiado diremos que la afinidad de Allen con destacados socialistas queda bastante clara en el libro de Preston, Idealistas bajo las balas. Aun así, creo que a pesar de su significación --bastante obvia-- podemos dar por correcta la entrevista que le hizo a Franco. Alguien se ha empeñado que Jay Allen mostró una imagen demasiado dura del caudillo/generalísimo:
Hay que decir que cuando el periodista norteamericano entrevistó a Franco, este era tan solo uno más de los caudillos que se habían sumado a la rebelión, era un general famoso pero hasta la fecha no era el jefe de la rebelión, es decir, era uno más. Por lo tanto no había una inquina especial contra él, o no más que contra cualquier otro cabecilla de la rebelión. Se ha insinuado que Allen se basó en otra entrevista -- que le hizo Jean d'Esme-- para confeccionar la suya. Eso es otra de las ensoñaciones pro-franquistas:
En una parte de la entrevista Jean d'Esme le pregunta a Franco por el tipo de régimen que se instauraría después de la militarada --¿Una dictadura o un régimen parlamentario?--, Franco responde:
Esto podría ser otra prueba de que Allen seguía inventándose la entrevista ya que en un corto espacio de tiempo Franco dejaba dos respuestas distintas para la misma pregunta.
Para empezar hay que decir que Franco no estaba siendo sincero en la respuesta que le dio a d'Esme. Según las instrucciones del Director:
Estaba claro que en la primera entrevista Franco al periodista francés no le contó toda la verdad y, "si en ningún caso Jean D´Esme hace referencia a que Franco “¿Tendría que matar a la mitad de España?” . La razón es bien sencilla: d'Esme no pregunta a Franco por el alto precio que tendrían que pagar los españoles por oponerse al fascismo y Allen sí se lo pregunta.
Allen pregunta: ¿Eso significa que tendrá que matar a la mitad de España? Franco responde: "Repito, cueste lo que cueste.". Solo el tiempo y la historia han demostrado que Franco forzó la derrota de la República costase lo que costase. Allen no mentía.
Se intenta dulcificar la imagen de Franco recordando estas palabras del dictador:
Castejón le dijo a Jorge Simoes que tenía noticias de que 1500 defensores de la ciudad había perdido la vida en combates y en las ejecuciones posteriores. Simoes escribió que en las 24 horas posteriores a la caída de Badajoz los legionarios fusilaron a 1.300 personas. Dos días más tarde, Félix Correia, el periodista más próximo a Queipo de Llano, cifraba en 1.600 el número de ejecutados. El propio Yagüe comentó el 15 de agosto: "Mañana cuando hayamos concluido definitivamente la limpieza , todo estará listo para ampliar la operación. Ahora ya hemos liquidado a los moscovitas, esta vuelve a ser una ciudad española"Después Radio Club Portugés desmentiría "a chacina". Los autores profranquistas mezclan todo: periodistas afines a la República, afines a los rebeldes; quitan de aquí, ponen de allí, cuestionan lo que les sale de las propias fosas nasales, lo agitan convenientemente y como por arte de magia: voilá, en Badajoz, o no paso nada, o la cosa fue muy leve.
Paul Preston. El holocausto español. pag. 436
Uno de esos periodistas que usan como punta de lanza para demostrar que en Badajoz los muertos fueron cosa de la guerra es Jay Allen. En efecto, Allen fue un izquierdista pro-republicano que luchó con todas sus fuerzas para que la República no fuera derrotada por los fascistas. Para no extendernos demasiado diremos que la afinidad de Allen con destacados socialistas queda bastante clara en el libro de Preston, Idealistas bajo las balas. Aun así, creo que a pesar de su significación --bastante obvia-- podemos dar por correcta la entrevista que le hizo a Franco. Alguien se ha empeñado que Jay Allen mostró una imagen demasiado dura del caudillo/generalísimo:
A mi pregunta: ¿Ahora que el golpe ha fracasado en sus objetivos, por cuánto tiempo seguirá la matanza?, contestó tranquilamente: "No habrá compromiso ni tregua, seguiré preparando mi avance hacia Madrid. Avanzaré -gritó-, tomaré la capital. Salvaré España del marxismo, cueste lo que cueste."
Le pregunté si no había llegado el momento de las tablas. Me miró con lo que creo era auténtica sorpresa y dijo: "No, no ha llegado. He tenido dificultades, la deserción de la flota fue un duro golpe, pero seguiré avanzando. Pronto, muy pronto, mis tropas habrán pacificado el país y todo eso (el general movió sus manos en la dirección de España) será pronto algo como una pesadilla."Pregunta: ¿Eso significa que tendrá que matar a la mitad de España? El general Franco sacudió la cabeza con sonrisa escéptica, pero dijo: "Repito, cueste lo que cueste."
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Moisés Domínguez |
El parecido entre la primera entrevista a Franco de Jean D´Esme y la posterior de Jay Allen es más que sorprendente y desde luego que le tuvo que servir de base para escribir el reportaje sino no se explican las asombrosas “similitudes” que existen entre una y otra aunque en ningún caso Jean D´Esme hace referencia a que Franco “¿Tendría que matar a la mitad de España?” .
--Moisés Dominguez para Tradición Digital--Si leemos las dos entrevistas observaremos que esta afirmación es incierta. Las dos entrevistas tienen dos estilos diferentes y bien diferenciados. No hay mayor ciego que el que no quiere que ver.
En una parte de la entrevista Jean d'Esme le pregunta a Franco por el tipo de régimen que se instauraría después de la militarada --¿Una dictadura o un régimen parlamentario?--, Franco responde:
Yo no sé nada… pues será esta Asamblea Constituyente quien decidirá. ¿Cómo puedo yo prejuzgar esta decisión?En la entrevista de Allen a la misma pregunta distinta respuesta :
"Yo establecería una dictadura militar y más tarde convocaría un plebiscito nacional para ver lo que el país quiere. Los españoles están cansados de política y de políticos."Obsevamos que el día 24 de Julio, Franco dice que será una asamblea constituyente quién decidirá, que él no es quién. Y el día 29 le afirma a Allen que él sería partidario de una dictadura militar y después que el pueblo elija, aunque Franco dejaba bien claro que los españoles no querían más políticas. ¿Para que convocar un plebiscito entonces?
Esto podría ser otra prueba de que Allen seguía inventándose la entrevista ya que en un corto espacio de tiempo Franco dejaba dos respuestas distintas para la misma pregunta.
Para empezar hay que decir que Franco no estaba siendo sincero en la respuesta que le dio a d'Esme. Según las instrucciones del Director:
Base 6ª. Conquistado el poder, se instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejército, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de derecho.Franco sabía perfectamente que el Golpe Militar debería desencadenar en una dictadura militar. Con Allen fue más sincero. Pero no solo con el reportero estadounidense. Felix Correia el 8 de agosto le preguntó a Franco --¿E o que saira desta revoluçao? --uma dictadura que inicie a realizaçao dos organismos con funçoes que jountou todos os patriotas neste movimento.
Estaba claro que en la primera entrevista Franco al periodista francés no le contó toda la verdad y, "si en ningún caso Jean D´Esme hace referencia a que Franco “¿Tendría que matar a la mitad de España?” . La razón es bien sencilla: d'Esme no pregunta a Franco por el alto precio que tendrían que pagar los españoles por oponerse al fascismo y Allen sí se lo pregunta.
Allen pregunta: ¿Eso significa que tendrá que matar a la mitad de España? Franco responde: "Repito, cueste lo que cueste.". Solo el tiempo y la historia han demostrado que Franco forzó la derrota de la República costase lo que costase. Allen no mentía.
Se intenta dulcificar la imagen de Franco recordando estas palabras del dictador:
“…Justicia e igualdad ante la Ley os ofrecemos. Paz y amor entre los españoles. Libertad y fraternidad exentas de libertinaje y tiranía. Trabajo para todos. Justicia social, llevada acabo sin enconos ni violencias y una equitativa y progresiva distribución de la riqueza sin destruir ni poner en peligro la economía española.Tragarse esta sarta de mentiras es de necios. En la España de Franco jamás hubo libertad y mucho menos fraternidad. Todo lo contrario: tiranía y escasez; distinción durante 40 años entre vencedores y vencidos. Paz, eso sí, la paz de los cementerios conseguida a base de violencia. Riqueza para pocos, miseria para muchos, y una economía que tardó en recuperarse más de veinte años. Todavía hay quien se acuerda de las cartillas de racionamiento. Esa Justicia social a la que se refería franquito no era otra cosa que la beneficencia.
Esto lo he visto yo. Como en España los sueldos dejaban mucho que desear muchas amas de casa se acercaban a la beneficencia y conseguían unos vales de descuentos canjeables en las tiendas de ultramarinos. Estoy hablando de los años 70. Eran unos cupones cuadrados de color azul. Franco consiguió una España de trabajadores mendigos. Yo no se si esto sería así en toda España. Estoy hablando de cuando tuvimos que emigrar a Logroño porque en Badajoz la cosa estaba complicada.
Gracias a un anuncio en el periódico mi padre consiguió trabajo en una fábrica de Hierros: La Casadel Hierro Lázaro Gómez de La Rioja. La cosa con el tiempo fue cambiando. Recuerdo que cuando el sártrapa murió mi padre empezó a cobrar más, nos cambiamos a una casa en condiciones, con agua y calefacción central, me dejaba alucinado ver como salía agua caliente del grifo. La riqueza en la España de Franco no llegaba a todo el mundo por igual. Estoy hablando de una época en que la economía crecía vertiginosamente.--no compararla con la crisis actual-- ¡Como tuvo que ser la precariedad que abarcó del 39 hasta principios de los años 60!
He escuchado muchas historias de personas que pasaron más hambre que los perros de la "Casilda". Como no se tuviera un buen agarre --enchufe-- las telarañas del estómago pudieron ser muy molestas en las España de la "Justicia" social
He escuchado muchas historias de personas que pasaron más hambre que los perros de la "Casilda". Como no se tuviera un buen agarre --enchufe-- las telarañas del estómago pudieron ser muy molestas en las España de la "Justicia" social