Ayer 23 de febrero, Jordi Évole tuvo una manera muy "especial" de recordar el Golpe de Estado que dio Tejero junto a otros golpistas de la misma calaña. Una especie de documental (Operación Palace) nos relataba con pelos y señales los pormenores del Golpe de Estado. Según La Sexta, todo fue un plan urdido entre la Corona, los partidos políticos y los EEUU. José Luis Garci fue el encargado en dirigir todo el entramado visual, incluso hasta hubo un ensayo general, cual obra de teatro, para que los políticos que estuvieran en el hemiciclo supieran en todo momento cómo comportarse.
He de reconocer que al menos a mi me la metieron "doblá". Al principio me sonaba a cuento chino y ciertas cosas no me cuadraban. Decían que TVE no fue tomada por los militares. Hace un tiempo estuve charlando con Jorge Sanz -actor -, que me confesó que su padre fue uno de los militares que tomaron TVE. La música que empezó a emitirse fue obra del padre de Jorge Sanz procedente de una Cassette que llevaba en el bolsillo.
Gracias a esta genialidad para algunos, payasada para otros, La Sexta consiguió un share de audiencia, durante la duración del programa, de 5.229.000 espectadores. Todo un récord. En el programa que se emitió a continuación, NOCHE 23F:EL DEBATE, la audiencia bajó hasta 3.991.000, no es una cifra tan espectacular, aun así casi 4.000.000 de espectadores es la envidia de cualquier cadena de TV.
Una sensación de fraude le queda a uno después de haber visto el falso documental. ¿Se rieron de los tele-espectadores? Habrá opiniones para todos los gustos y colores.
Jordi Évole ha dicho:"Sé que en este momento habrá espectadores que estarán contentos con lo que han visto porque se lo han pasado bien y otros que se se sentirán engañados y me querrán matar. "A los primeros les querría decir que gracias por jugar con nosotros y a los segundos, que la próxima vez lo intentaremos hacer mejor. Al menos nosotros hemos reconocido que era mentira lo que hemos contado y seguramente ha habido otras veces que era mentira lo que les han contado y nadie se lo ha dicho"
Jordi Évole ha conseguido demostrar, algo exageradamente, lo fácil que es manipular desde los medios de comunicación: En Venezuela hay una dictadura, y en España una democracia. En ambos países se depositan votos en las urnas, sin embargo los votos de los españoles deben de ser más importantes que los votos de los venezolanos.
He de reconocer que al menos a mi me la metieron "doblá". Al principio me sonaba a cuento chino y ciertas cosas no me cuadraban. Decían que TVE no fue tomada por los militares. Hace un tiempo estuve charlando con Jorge Sanz -actor -, que me confesó que su padre fue uno de los militares que tomaron TVE. La música que empezó a emitirse fue obra del padre de Jorge Sanz procedente de una Cassette que llevaba en el bolsillo.
Gracias a esta genialidad para algunos, payasada para otros, La Sexta consiguió un share de audiencia, durante la duración del programa, de 5.229.000 espectadores. Todo un récord. En el programa que se emitió a continuación, NOCHE 23F:EL DEBATE, la audiencia bajó hasta 3.991.000, no es una cifra tan espectacular, aun así casi 4.000.000 de espectadores es la envidia de cualquier cadena de TV.
Una sensación de fraude le queda a uno después de haber visto el falso documental. ¿Se rieron de los tele-espectadores? Habrá opiniones para todos los gustos y colores.
Jordi Évole ha dicho:"Sé que en este momento habrá espectadores que estarán contentos con lo que han visto porque se lo han pasado bien y otros que se se sentirán engañados y me querrán matar. "A los primeros les querría decir que gracias por jugar con nosotros y a los segundos, que la próxima vez lo intentaremos hacer mejor. Al menos nosotros hemos reconocido que era mentira lo que hemos contado y seguramente ha habido otras veces que era mentira lo que les han contado y nadie se lo ha dicho"
Jordi Évole ha conseguido demostrar, algo exageradamente, lo fácil que es manipular desde los medios de comunicación: En Venezuela hay una dictadura, y en España una democracia. En ambos países se depositan votos en las urnas, sin embargo los votos de los españoles deben de ser más importantes que los votos de los venezolanos.
La Televisión y la Prensa tienen un poder para crear opinión muy potente. Las oligarquías lo saben. La última víctima de esas oligarquías ha sido Pedro J.
Sobre si el Rey estuvo o no implicado en el Golpe de Estado seguirá dividiendo a la opinión pública. De un lado los conspiranoicos y del otro los racionalistas. Un servidor no se cree la postura de la extrema-derecha, que es la misma que la de la extrema-izquierda: el Rey es culpable.
A mi republicanismo le vendría muy bien tragarse la teoría conspirativa, no obstante los análisis de las circunstancias me llevan a apartarme de los conspiranóicos. El golpe fue producto de lo mal que se hizo la Transición. No hubo depuraciones ni en el Ejército ni en los servicios secretos. Había mucho traidor post-franquista en puestos claves. Si el Rey hubiera sido cómplice, tengamos la absoluta certeza que el golpe hubiera sido todo un éxito. Los servicios secretos podrían haber sido cómplices por acción o por omisión, pero no el Rey.